Toco, luego, vivo
Sueño, luego, muero
Derrramo la rutina sobre cinco cabezas de metal y madera
Que revientan hechas trizas
cuando el sonido surge como la cresta de un maremoto
El ritmo me envuelve
y me voy volviendo humo
El tempo se detiene
y se vuelve danza de chamán,
Se acelera
¡ no toques tan fuerte!
¡ no toques tan fuerte!
- Alguien grita en el bar-
Se va acelerando
Mis latidos se acrecientan
El sudor eyaculando como lluvia sin fin
De tanto vomitar
de tanto bombomitar la locura de las horas,
y en un último taratataratatám pshshshshshshshssh
el alma vuelve
poco a poco como mercurio
con silencios suspendidos ad infinitum.
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