miércoles, 27 de febrero de 2008

La Decadencia del Festival de Viña

Una vez más,somos testigos,ya sea voluntaria o involuntaria,de cómo un festival que comenzó como un incipiente certamen artístico,en donde artistas de talento completamente desconocidos mostraban lo mejor de sí ante un público néofito que concurría a escuchar música,se ha transformado ,después de la dictadura, en otro subproducto más de la banalización cultural del sistema capitalista contemporáneo en Chile.
Cantantes como Chayanne,Marco Antonio Solís,Miguel Bosé,son sólo algunos ejemplos de cómo el nivel musical ha desmejorado tanto,que ya no les preocupa cantar siempre las mismas canciones,y no renovarse,todo por cumplir con las expectativas del irrisoriamente llamado"monstruo",aquella masa de personas que conforman el público temporal de cada noche de que dura el evento,y a la que,como en un set de televisión prefabricado,no le interesa consumir arte,sólo emocionarse y gritar con lo mismo de siempre,reírse de manera grosera con las mismas vulgaridades de siempre,y exigir la antorcha o la gaviota por artistas que,salvo algunas excepciones,no merecen tanto ese obsequio,y sólo se limitan a cumplir su actuación memorizada y mecanizada,como lo hacen ininterrumpidamente a lo largo de sus giras.
Lamentablemente,además de la presentación de artistas mediocres,no se le da la cabida artistas chilenos de jerarquía,como mediabanda,matorral,francesca ancarola,por citar sólo algunos,quienes están haciendo cosas interesantes en la escena local,y quienes merecen tener la chance de mostrarse y exponerse,pues,quiéranlo o no,el festival es una vitrina a nivel internacional,pudiendo abarcar otros mercados mucho más amplios que la minúscula industria musical chilena,que,además,se caracteriza por su conservantismo cultural en sus gustos musicales.
Creo que cada manifestación artística es un reflejo de la cultura de donde proviene y de la cual forma parte,y lo que muestra el festival es una visión estereotipada y sesgada de lo que el mercantilismo entiende por cultura,circunscribiéndolo sólo a satisfacer, superficial y vulgarmente, las necesidades personales,tanto de la gente in situ como de los teleespectadores,quienes, a mi entender,no gozan de un criterio musical amplio y exigente,con respecto a la mayoría de los oyentes,pues no se puede decir que el nivel musical y artístico del festival sea interesante y vanguardista,pues sólo se limita a traer grupos que los canales que están a cargo de su organización,además de la municipalidad,desean oír, haciéndole creer a la gente,en colusión con la radio y televisión (simpatizantes sumisos de la maquinaria festivalera), de que son artísticamente interesantes.
Con todo,pienso que se debería dar la oportunidad a más grupos jóvenes que tienen algo que decir al respecto,y no traer a artistas que están en su ocaso,y respetar la dignidad musical de los artistas chilenos,pues los hay muy buenos,mejores que algunos extranjeros,y,sin embargo,no tienen el mismo respeto y protección como si lo tienen éstos últimos,creando una situación de menoscabo al quehacer musical chileno.
Ojalá la gente pensante ya ha descubierto el trasfondo de lo que encierra todo el aparato superficial que rodea cada año este evento televisivo,pues la única forma de lograr otro estado espiritual es estando despierto,y exigir algo mejor,más alta cultura,más espacio para el alma y las ideas elevadas,algo que existe en este país,pero hay que descubrirlo.Allí está el trabajo de cada uno.